miércoles, 21 de abril de 2010

EL CASTILLO FANTASMA


Había una vez un vampiro que vivía en un castillo muy misterioso.
Por las noches iba a morder a la gente que vivía por ahí cerca, pero una noche no pudo morder a nadie y eso le llenó de rabia. Como estaba muy furioso decidió intentarlo al día siguiente en cuanto oscureciese. Pero esa noche ocurrió algo más fascinante aún : ¡ No encontró a nadie ! Buscó y buscó pero nada, no había nadie. Harto de buscar regresó a su castillo para descansar y ahí ocurrió lo más fascinante : ¡No había ni un mueble ! Entonces descubrió que todo lo habían provocado los fantasmas que habitaban en el castillo.

El vampiro se enfadó mucho con ellos e intentó atraparlos. Desde ese momento el castillo se convirtió en un castillo fantasma. Los fantasmas le llevaron a una cueva muy misteriosa para dejarlo allí y que nadie le rescatase pero el vampiro era tan astuto que consiguió escapar por sí mismo y cogió de sorpresa a los fantasmas.

Los fantasmas salieron volando y huyeron a uno de sus escondites para hablar entre ellos. Decidieron coger al vampiro por sorpresa y atarlo bien fuerte a un hierro clavado al suelo, cuando llegaron al castillo intentaron conseguir lo que habían planeado, pero no lo consiguieron porque el vampiro se había esfumado y nadie lo había notado.

El vampiro fue a hablar con un amigo suyo sobre lo que debía hacer, su amigo le dijo que engañase a los fantasmas y después les hiciese caer en una trampa. El vampiro le hizo caso y así lo hizo: colocó la trampa en uno de los pasillos del castillo sin que le viesen los fantasmas e hizo que los fantasmas llegasen hasta allí para arrojarles la jaula encima, todos los fantasmas quedaron atrapados excepto uno que consiguió escapar.

Gracias a ese fantasma que consiguió escapar, todos estaban libres de nuevo y el vampiro no sabía que hacer, pero una cosa si la tenía decidida: no se daría por vencido, así que, de nuevo fue a ver a su amigo y le contó todo
lo que había pasado, su amigo le dijo que esa era su última oportunidad y que no podía fallar.

El vampiro regresó de nuevo a su castillo, colocó una nueva trampa y a que no sabéis lo que ocurrió: ¡ El vampiro atrapó a los fantasmas !
Al final los fantasmas se dieron por vencidos.


FIN

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