LA MOMIA

Erase una vez una momia que existió hace 100 años en Trevélez.
La momia era muy fea, se llamaba Morsa y parecía un bicho.
Era muy mala porque se comía a la gente sin sentir ninguna pena.
Una mañana asustó a una niña que iba de paseo con su perro.
La madre de la niña veía que la niña no venía, entonces salió a buscarla.
Cuando la madre llegó la niña parecía que estaba muerta.
La madre lloró y lloró hasta que la vio,¡la niña estaba viva,pero muy asustada!
Estaba en un rincón llorando porque no veía a su madre.
La madre le dijo que ya no llorara más que ella estaba allí y que no le pasaría nada malo.

Aquella noche la momia volvió a aparecer en la habitación de la niña, que gritó y gritó, pero la madre no le contestó porque había muerto.
Afortunadamente, el padre de la niña era médico y revivió a la mujer con una poción.
La niña se puso muy contenta y sus padres también.
Y la momia se murió, gracias a otra pócima que inventó su padre.
No se supo más de ella en los años siguientes.

El pueblo de Trevelez vivió tranquilo y relajado durante años.
Sin embargo, un día un niño del pueblo iba caminando por la montaña y se encontró con un ser extraño llamado... Morsa!!!