miércoles, 21 de abril de 2010

LA GATA MIAU MIAU


Un día de invierno, nació un pequeño gato junto a todos sus hermanos. A los pocos meses, la familia se mudó a otro pueblo, como no se los podían llevar, los tuvieron que echar a la calle. Un gato no se dio cuenta y se separó de su familia y salió a la carretera él sólo, entonces llegó un coche y le pilló una pata, poco después, Susana iba para su casa cuando escuchó al pequeño gato. Entonces entró en un callejón oscuro y cada vez escuchaba más y más al gato, lo encontró tirado en medio de la calle, se lo llevó a su a su madre que era veterinaria y le dijo:

-Mamá, cuando venía de la escuela me he encontrado este gatito y me lo he traído porque estaba tirado en el suelo y me parecía que se había roto una pata.

-Bueno Susana, ahora mismo lo miro y te digo lo que tiene ¿vale?

Entonces Susana se fue, mientras su madre miraba al gato. Era cierto lo que decía Susana, el gato se había roto una pata, entonces su madre le contestó :

-Susana, el gato se ha roto una pata y como no sabemos de quien es, te lo puedes quedar hasta que se cure.
-Vale Mamá, mientras esté con nosotras se llamara Miau Miau ¿ vale?
-De acuerdo Susana, pero ahora vete a la casa y haz los deberes.
-Sí Mamá, primero haré los deberes y después jugaré con él.

Se fue a casa con su nuevo gato, lo dejó en el comedor y ella se puso a hacer los deberes. Cuando acabó se puso a jugar con él. Al día siguiente se fue a la escuela muy contenta, cuando llegó, lo primero que hizo fue contarles lo del gato a sus amigas. Después le dijo a Laura, que era su mejor amiga si quería ir al parque a jugar con el gato. Ella le dijo que si la dejaban sí iría, entonces sonó el timbre.

Cuando llegó a su casa, se puso a hacer los deberes muy rápido. Al poco rato de terminar llegó Laura y las dos se fueron a jugar al parque con el gato. Susana se tiró por el tobogán mientras que Laura aguantaba a Miau Miau. Cuando Susana se preparó, Laura soltó a Miau Miau y Susana lo cogió. Después llegó Luna con su gato, y les preguntó si querían ir a jugar con ella. Mientras llegó la madre de Susana y le dijo que se fueran ya a casa, que era muy tarde.

A la semana siguiente, como no habían encontrado a sus dueños, su madre le dijo:
-Susana, como no hemos encontrado a sus dueños, te lo puedes quedar.
- ¡Vale Mamá!
- Pero le tienes que cuidar muy bien, y no te puedes distraer de los estudios o tendremos que dárselo a otra persona.
- Vale Mamá, te prometo que sacaré buenas notas y no me distraeré en la escuela.
- Vale, y ahora vete a dormir que ya es tarde. Mañana le quitaremos la venda a Miau Miau.

Susana se fue a dormir, muy contenta porque Miau Miau ya se había curado y porque mañana le enseñaría trucos.

Al día siguiente cuando su madre le quitó la venda, le enseño nuevos trucos. El gato se había acostrumbrado a estar con ellas, Susana fue y le compró una cama y una caseta, a partir de entonces fueron muy felices.

Susana mejoró en las notas ¡y se dieron cuenta de que no era un gato sino que era una gata! Porque a los pocos meses ¡tuvo gatitos! . Cuando estos se hicieron grandes, se los dieron a sus amigas y ellas se quedaron con la gata Miau Miau, y aunque ese fuera un nombre de gato, no se lo cambiaron para no liarla.


FIN

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