Érase una vez una playa desierta en la que vivía un caballo negro como la oscuridad y su potro que era de color marrón. Todas las mañanas se iban de paseo la madre y el potro para no estar siempre metidos en un rincón, porque todos los cazadores querían llevárselos para el rey, el más rácano que cualquier ciudad no querría tener.
Al día siguiente se levantaron y vieron que el suelo temblaba y la madre despertó a su potro. Salieron a un lugar en el que nadie podía entrar porque si entrabas, no volvías. Pero los caballos tenían mucha inteligencia y siempre que entraban ellos si podían irse. Estaban acostumbrados a no comer mucho y sin embargo estaban mejor que los caballos del rey que no podían con ellos mismos del peso que llevaban encima cuando el rey se montaba. Los caballos no corrían del gran peso por eso el rey anunció en un cartel que quien fuera a buscarlos y se los trajera se casaría con la princesa. Y todos los ciudadanos fueron a por ellos.
A mitad de la noche, los ciudadanos fueron a por ellos y un niño fue para proteger el caballo. Ya iban por mitad de camino y el niño se fue con su caballo a impedir que los ciudadanos fueran por ellos y para que, si su plan salía mal, pudiera espantar el caballo y meterlo en el `` ven y no volverás´´ y como los caballos podían escapar en ese sitio pues no tenían ningún problema.
Al hacerse el niño,el caballo se extrañó y le contestó:
-¿Qué haces tú aquí ?
Y el niño se quedó alucinado y se creía que estaba soñando y empezó a pellizcarse pero se dio cuenta de que era verdad y el niño recordó de que le tenía que decir al caballo de que fuese al ``ven y no volverás´´porque le estaban buscando a ella y a su potro para domen. Pero la yegua no le hizo caso sino que hizo todo lo contrario para rescatar a sus amigos y sus familiares de aquellas
jaulas llenas de su abono.
Ella no tenía ni una sola mosca y los cazadores al ver el caballo todos se pelearon y todo fue un desastre pero un hombre llamado Ramón fue el único que no salió herido, ya que él iba persiguiéndolos.
Al final se lo llevó y el rey se puso contentísimo pero como era tan rácano no le dejó casarse con la princesa, los soldados se llevaron al caballo y allí es cuando se armó la buena, el caballo empezó a pegar brincos y se rompió la puerta pero no pudo salir porque estaba llena de perros furiosos hasta que llegaron los soldados y lo cogieron para domarlo y el caballo les siguió el juego y todos los caballeros se quedaron boquiabiertos al ver que era muy bueno .
Al final le tocó el turno al rey y se montó encima, pero cuando empezó a andar el rey sintió miedo y el caballo empezó a dar coces y a pegar brincos, y el rey acabó en un hospital, todos los caballeros intentaron cogerlo pero el caballo cada vez iba de veinte en veinte, al final salió con la suya y después de acabar con todos fue a rescatarlos y al final el niño les ayudó a irse a su casa
FIN
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